Boda de noche parte 2

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La actualidad



¿Y si no estoy interesado en vestir chaqué o frac en mi boda, qué opciones tengo?

Actualmente se extiende la posibilidad de usar esmoquin. Cabe aclarar que hasta antes de los años 80 el esmoquin se seguía pensando como una prenda lúdica de noche, la cual se vestía únicamente en eventos de celebración o esparcimiento que requerían cierto grado de etiqueta: premiaciones, clubes campestres, cenas de gala y clubes de fumar (de hecho, el nombre “esmoquin” hace referencia a esa actividad y a su nombre original “smoking” “smoke-king”).

Entre los más puristas se sigue extendiendo la idea de que el esmoquin no es una prenda solemne y que, por ende, no debería vestirse en las bodas, pero el mundo ha cambiado, las formalidades se han actualizado y los cánones reinventado, por lo tanto en SOLITO extendemos su uso, siempre y cuando se respeten ciertos lineamientos básicos.


El tejido y el color. En galas de noche como la entrega de los óscares es muy común ver esmóquines en terciopelo y de colores atrevidos, ya sea blanco, verde, burdeos, morado, etc.
Estas elecciones se dejarán para los esmóquines de “esparcimiento”, para los de boda nos decantaremos por lana y/o sus variantes en color negro o azul medianoche.

La chaqueta puede ser cruzada o de hilera sencilla. A diferencia de lo que ocurre en un traje convencional, la hilera sencilla es más elegante ya que permite e invita al uso de chaleco
o fajín.

¿Chaleco o fajín? El chaleco es más elegante y el fajín más cómodo (debido a que este se abrocha en la espalda a través de una pequeña tira de tela, lo cual hace que no tengas una capa extra en la parte posterior del cuerpo). Sea cual sea la opción, es importante que sean bajos de altura para que permitan ver la pechera de la camisa y el moño de seda.

La solapa puede ser en punta (de lanza) o redondeada (de herradura). La más elegante es la de punta de lanza. Es importante que las solapas estén rematadas en seda.

La corbata de lazo en color negro y de seda (es de suma importancia que la seda sea la misma que la de la solapa).

La camisa en color blanco, de cuello de paloma (o diplomático), de puño doble y con pechera en tipo marcella (también conocida como piqué). 


Si al final no queremos decantarnos por ninguna de las tres opciones anteriores (chaqué, frac o esmoquin), siempre estará la opción de vestir un traje de tres piezas o un traje cruzado. El traje de dos piezas de hilera sencilla (esto es traje y pantalón) como lo mencionamos en artículos pasados, lo reservaremos para ocasiones de diario, ya que por su falta de “formalidad” no hace justicia a la solemnidad de una boda.

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Colores de noche y la importancia de los textiles en la luz artificial

Partiendo de lo leído anteriormente podemos concluir la escala de formalidad de la siguiente manera, de mayor a menor formalidad, de izquierda a derecha:

Frac > chaqué > esmoquin > traje de tres piezas > traje cruzado

Cabe resaltar que si la premisa en la formalidad de las prendas la da el tipo de conjunto, entonces podemos afirmar que el color del mismo, en especial en la noche, es una cuestión de gusto, conocimiento y congruencia.


Por lo tanto y recordando lo que platicábamos al principio; en la noche, en ausencia de luz natural, los colores oscuros deberán ser los protagonistas, y teniendo en mente que siempre buscaremos el contraste con el color blanco del vestido de la novia, podemos tomar decisiones mucho más elegantes y acertadas.

- Los colores, por lo tanto, se resumen en los grises oscuros, los azules marinos, el azul medianoche y el negro.

- Los que mejor conviven con la luz artificial, ya sea blanca o amarilla, son el medianoche y el negro.

- Si el azul medianoche está bien pigmentado, de una denominación de Super 200’s para arriba, refleja mucho mejor la luz artificial que el negro. De hecho bajo ciertas luces artificiales,
el azul medianoche se ve más “negro” que el mismo negro.

- Por lo anterior es que el textil bajo la luz artificial juega un papel muy importante; la vicuña, el cashmere, el tejido barathea, por citar algunos ejemplos, tienen un brillo natural exquisito que, bajo la luz artificial, hará resaltar nuestro traje.

- Hay de brillos a brillos, todos hemos visto esos brillos poco agradables que la lana de baja calidad da, es por ello que invertir en una lana de alta gama ayuda a lograr la solemnidad que buscamos impregnar en el evento.




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El calzado

Si en el escrito sobre la boda de día apuntábamos que es recomendable que el zapato sea siempre de cordón, en la boda de noche se antoja obligatorio. El zapato de cordón es al novio
como la zapatilla de tacón a la novia. Partiendo de esa premisa el zapato más elegante sobre todos los que existen siempre será el oxford no brogue (sin orificios o adornos a través de la piel del calzado).

Siguiendo por la anterior línea, y tomando como referencia que el pantalón en cualquiera de los casos será oscuro, entonces el zapato tendrá que ser, como consecuencia, aún más oscuro,
es decir, negro.

En conclusión, el par predilecto para las bodas será el imbatible oxford no brogue en color negro.



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Recomendaciones complementarias

- Especificar la etiqueta que el novio vestirá en el evento a través de las invitaciones (algo muy importante para evitar que los invitados vistan con mayor formalidad que el novio. Por ejemplo, un invitado que va de esmoquin cuando el novio va de traje tres piezas).

Si queremos encargar un chaqué más actual y menos formal, podemos recortarlo y situarlo a la mitad de las longitudes básicas; entre el largo original del chaqué, a la altura de las rodillas y el largo de los sacos convencionales, a la altura final de los glúteos.

Comentamos la importancia de no usar cinturón en atuendos de alto grado de formalidad y en cambio hacer uso de los tirantes. Si los tirantes no son de tu predilección y/o comodidad, siempre se puede pedir al sastre confeccionar unos ajustadores laterales (de broche o botón), que ayuden a ceñir y mantener el pantalón en su lugar.

En las camisas de etiqueta se extiende el uso de botonaduras que puedan ser de perlas o pequeños brillantes, a través de los cuales el caballero hace gala de su buen gusto y lujo.

Los calcetines, en cualquiera de los casos deben de ser oscuros; azules marinos o negros.

En todos los casos, un pañuelo de bolsillo blanco puede ser el último toque que haga que nuestro atuendo sea un completo éxito.



Con el gusto de siempre,
Equipo SOLITO

 

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